No creo que mi amor por Harry Potter sea un secreto, soy de esas freaks que orgullosamente dicen ser «The Harry Potter generation», a los 10 años un maestro me regaló el primer libro de la serie (y al resto de mis compañeros les dio libros de origami… losers) y desde la primera página quedé enganchada. Lloré cuando mi carta de Howgarts no llegó al cumplir once años, y continué llorando mientras leía el último libro (de hecho decidí terminar el libro en un tren y lloré tanto que un señor realmente creyó que me iba a suicidar, true story).
Creo que todos los que crecimos leyendo los libros y viendo las películas fuimos parte de un evento extraordinario, algo que se da una sóla vez en la vida, me da tristeza por los niños que crecerán con Crepúsculo y cosas por el estilo en vez de los increíbles mensajes de amistad, lealtad, valor y pronunciación que Harry Potter nos dio.

Well, duh!

Obviamente aquí estamos inspirándonos en Gryffindor, quise hacer algo súper sencillo que podría llevarse a la escuela, así que unos boyfriend jeans rasgados son cómodos pero con personalidad.
Adoré la camiseta ya que no es algo súper obvio (como llevar una capa y sombrero de mago) pero da un lindo detalle, además de que es básicamente la frase que el fandom adoptó como ícono.
Recordemos que Gryffindor es todo rojo y dorado, dos colores increíbles que de hecho van perfecto ahora que se acerca el otoño.

Yo se que muchos odian Slytherin, no es mi caso, yo adoro a esas pequeñas serpientes, apenas me di cuenta de que Harry-Hermione no iba a pasar cambie mis expectativas a una pareja aún más loca Draco-Hermione:

The could have had it alllll!!!!

Volviendo a la ropa, creo que los Slytherin se atreven a tomar más riesgos, por eso decidí aprovechar que los crop tops aún es una tendencia calientita (ja) y los combiné con una falda algo formal, el verde no es un color que se use mucho así que puede ser algo difícil en pensar como combinarlo, yo decidí quedarme con tonos neutrales como el gris y el negro y agregar un poco de color en los labios.
Por alguna razón creí que el bolso era la cara de una serpiente hasta hace cinco minutos que me di cuenta que era un gato así que perdonen mi pobre visión.

Yo sé que todos siempre quieren estar en Gryffindor, pero en mi caso siempre supe (modestia aparte) que yo sería una Ravenclaw, además el azul es mi color.
Decidí darle al outfit un toque algo bohemio pues en un lugar donde lo que se valora la inteligencia de seguro hay varios artistas/escritores y demás, así que unos pantalones kimono son perfectos, junto con una camisa sencilla y un blazer estructurado para dar forma al atuendo.
El clutch de libro me pareció perfecto para la temática y los tacones nude ayudarán a contrarrestar un poco el efecto baggy de los pantalones.

La marca de ropa Black Milk sacó una línea de ropa inspirada en Harry Potter y mi prenda favorita fueron los leggings de mortífagos, ya hemos hablado de los leggings como pantalones (básicamente que NO deben ser usados de esa manera) bastante así que ya deben de saber de memoria la regla de que deben de asegurarse de cubrir su booty.
En este caso una cami larga combinada con una camisa plaid suelta ayuda a balancear el outfit, y como estamos hablando de mortífagos decidí dejar las botas de cuero con las que venían los leggings para el toque badass que el look requiere.

Y para mis fanáticas de Harry Potter nunca olviden: